y
los tiende en el romero
los
pajarillos cantaban
el
agua se iba riendo.
A
la otra orilla del río
a
venido un carbonero
corazón
de cardenales y
acardenalado
el cuerpo,
tirarme
pañales niña
que
tengo al nene pequeño
ahí
desnudito en la choza
sobre
un puñado de eno,
su
madre lo está arropando
con
el calor de su aliento
ella
le tira pañales
flores
se le van volviendo
las
camisas que tiraba
mariposa
se le han vuelto
por
los ojos de la niña
corazón
altos luceros
el
cielo vistió de oro
el
agua vistió de cielo,
era
de plata de luna
la
cara del carbonero
por
la tarde milagrosa
que
bien olía a romero.
1 COMENTARIOS:
El poema que nos enseñó mi abuela.
Publicar un comentario