23 may 2013

LA OLLITA MAGICA



Hace muchos años en una cabaña muy pequeñita vivían una mujer viuda y sus dos hijas. Eran tan pobres que apenas tenían para comer. Las hijas, que eran muy buenas, fueron a buscar al bosque algo para alimentarse.
María y Azucena, que así se llamaban las niñas, se metieron muy dentro en el bosque con una cesta, esperando encontrar raíces, frutos o setas que pudieran servir de alimento, pero ¿sabéis que encontraron? Pues ni más ni menos que una hada buena. Esta, para que no pasaran más hambre, les regaló una ollita mágica que se llenaba de monedas de oro cuando se pronunciaban las palabras “ollita llénate” y dejaba de salir monedas cuando se pronunciaban las palabras “ollita párate”.
Desde aquel día no volvieron a pasar hambre y además. Como eran muy buenas, les dieron de muchas monedas a todos los pobres que encontraron.
Un día que las hermanas habían ido a un pueblo vecino la madre pronunció las palabras mágicas porque necesita algunas monedas, pero no se acordaba de las palabras que tenía que pronunciar para que la olla parase de echar oro. Todo el pueblo al ver lo que pasaba empezó a coger monedas, llenando cubos, cestas y todo lo que encontraban con el oro que no paraba de salir de la olla. Hasta de una aldea cercana vinieron los vecinos con sacos para llevarse ese oro que no paraba de manar de la olla. Cuando volvieron María y Azucena pronunciaron las palabras mágicas “ollita párate” y todo volvió a la normalidad. Desde ese momento ningún habitante del pueblo y de la aldea volvió a pasar más necesidades. Y fueron felices y comieron perdices.

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